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FLUJO VAGINAL

Candida vaginal. Una visión general

Candida Vaginal, al igual que Candidiasis vaginal y Candidiasis vulvovaginal, es otro nombre que normalmente usamos para referirnos a la infección de la vagina por Candida albicans, asociada con una dermatitis de la vulva (sarpullido con picazón).

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La mayoría de las mujeres notan de vez en cuando que tienen secreción vaginal. Este es un proceso normal que mantiene húmedo al revestimiento mucoso de la vagina. La descarga suele ser clara, pero puede secarse en la ropa interior, dejando una marca amarillenta. Este tipo de descarga no requiere ningún medicamento, incluso cuando es muy profusa, como suele suceder en el caso de embarazo.

El flujo vaginal también puede estar asociado a la presencia de ciertos microorganismos infecciosos, siendo los más comunes:

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  • Candida vaginal (discutido aquí).
  • Tricomoniasis (debido a un pequeño parásito, Trichomonas vaginalis). Esto causa olor desagradable y secreción amarilla, verde o espumosa.
  • Vaginosis bacteriana (debido a un desequilibrio bacteriano en la flora vaginal). Esto provoca una secreción blanca/gris y delgada, con olor desagradable.
  • El flujo vaginal excesivo también puede deberse a una lesión, cuerpos extraños y otras causas de la vaginitis.

Causas. Alrededor del 20% de las mujeres no embarazadas, en las edades comprendidas entre 15-55, pueden tener al organismo Candida albicans viviendo en su vagina. La mayoría no padece ningún síntoma, puede ser un hongo inofensivo. Pero en caso de producirse un crecimiento excesivo, la Candida causa una secreción blanca y gruesa similar al queso crema, sensación de ardor en la vagina y la vulva y/o erupción cutánea con picor en la vulva y la piel circundante.

El crecimiento excesivo de Candida vaginal ocurre más comúnmente con:

  • Embarazo
  • La píldora anticonceptiva oral combinada y la terapia de reemplazo hormonal a base de estrógenos
  • Un curso de antibióticos de amplio espectro
  • Diabetes mellitus
  • Anemia por deficiencia de hierro
  • Inmunodeficiencia, por ejemplo, la infección por VIH
  • La psoriasis , el liquen plano o  escleroso.
  • Otras enfermedades

Síntomas. Los síntomas de la candida vaginal incluyen:

  • Comezón, dolor y/o molestias de ardor en la vagina y la vulva
  • Flujo vaginal blanco y grumoso
  • Erupción de color rojo brillante que afecta la parte interior y exterior de la vulva, a veces extendiéndose ampliamente en la ingle, hasta incluir el área púbica, inguinal y los muslos.

Estos pueden durar desde sólo unas horas o persistir durante días, semanas o meses. La candidiasis vulvovaginal puede reaparecer justo antes de cada ciclo menstrual y los síntomas a veces pueden agravarse durante las relaciones sexuales.

Diagnóstico. El médico diagnostica la condición mediante la inspección de la zona afectada y reconociendo el aspecto clínico típico. El pH de la descarga tiende a ser inferior a 4,5 y, a menudo el diagnóstico se confirma mediante una prueba de cultivo vaginal. En los casos recurrentes el examen se debe repetir después del tratamiento para ver si la Candida albicans está presente todavía.

Lo mejor es evitar el tratamiento durante las cuatro semanas anteriores al análisis para mejorar las posibilidades de cultivo positivo.

Tratamiento médico. El tratamiento para la infección por Candida vaginal puede obtenerse sin receta médica en la farmacia, pero no es recomendable aplicar medicamentos sin haber recibido un diagnóstico. Si el tratamiento no es efectivo o los síntomas se repiten, consulta a tu médico para recibir un examen y asesoramiento. Existen variedades de tratamientos efectivos para la candidiasis. Generalmente se recomiendan los antifúngicos tópicos o tabletas vaginales que contienen clotrimazol o miconazol, y en los casos leves suele necesitarse un solo tratamiento. Si la infección es grave o recurrente puede ser preferible una formulación de cremas  y antimicóticos orales que contengan fluconazol o itraconazol.

Las cremas se pueden utilizar de forma segura en el embarazo, pero es mejor evitar los comprimidos.

Candida vaginal recurrente. Ocasionalmente la infección persiste a pesar del tratamiento convencional adecuado. En algunas mujeres esto puede ser un signo de deficiencia de hierro,  diabetes mellitus o un problema inmunológico, y se deben hacer las pruebas apropiadas. Existe evidencia de que las siguientes medidas pueden ser útiles:

  • Usar la ropa holgada y ropa interior de algodón que absorba la humedad, evitar pantimedias de nylon y similares.
  • Sumergirse en un baño de sal. Evitar productos perfumados para el lavado vaginal.
  • Aplicar una crema de hidrocortisona de forma intermitente, para reducir la comezón y tratar la dermatitis que afecta a la vulva.
  • Tratarse con una crema antimicótica antes de cada período menstrual y antes de la terapia con antibióticos para prevenir una recaída.
  • Los medicamentos anti fúngicos orales (itraconazol o fluconazol) pueden tomarse tanto regularmente como de forma intermitente (por ejemplo, una vez al mes). La dosis y la frecuencia es muy variable, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Los agentes antimicóticos orales pueden ser inadecuados en el embarazo.
  • Aplicar ácido bórico en forma de supositorio durante la noche puede ayudar a acidificar la vagina y reducir la presencia de hongos (Candida albicans y no albicans).

Para informarte sobre el tratamiento no médico de la candida vaginal, te sugiero que acudas a la sección de Libros en el menú inicial de este mismo blog, así como consultar los artículos sobre remedios caseros para curar la candidiasis.

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