Flujo vaginal con mal olor: causas y tratamiento

El flujo vaginal con mal olor es un indicativo de infecciones y enfermedades vaginales. Normalmente una vagina sana produce secreciones claras o blanquecinas, el flujo vaginal tiene un equilibrio de pH, que es ácido y ayuda a proteger la vagina de infecciones y enfermedades. Sin embargo las mujeres suelen experimentar variaciones en las secreciones vaginales en función de su ciclo menstrual.

El flujo vaginal saludable tiene un olor natural y cuando presenta olor anormal o desagradable, es preciso acudir al médico para conocer la posible causa. El flujo vaginal con olor anormal generalmente viene acompañado por uno o más de los siguientes síntomas:

• Secreciones excesivas
• Flujo vaginal grueso
• Flujo vaginal amarillento o verdoso

Las mujeres que experimentan estos síntomas deben consultar a un médico, ya que podrían tener una infección vaginal. En casos más serios, podría ser signo de trastornos como la enfermedad inflamatoria pélvica y el cáncer vaginal.

Causas comunes del flujo vaginal con mal olor

Los olores vaginales anormales son causados principalmente por las siguientes infecciones vaginales:

Vaginosis bacteriana (VB): la mayoría de los casos en que hay un flujo vaginal con olor, entre las mujeres pre-menopáusicas, se deben a la vaginosis bacteriana, que es causada por el sobre crecimiento de bacterias anaeróbicas que normalmente habitan en la vagina. Se caracteriza por un flujo vaginal con olor a pescado y la irritación vaginal.

Tricomoniasis: la tricomoniasis es una infección vaginal causada por protozoos que invaden las células del revestimiento vaginal. Conduce al mal olor vaginal y un flujo vaginal de color amarillento o verdoso. También puede causar dolor al orinar, hinchazón vaginal y molestias durante las relaciones sexuales.

Candidiasis vaginal: la candidiasis vaginal es conocida comúnmente como infección por levaduras. Se caracteriza por un aumento en el crecimiento de la Candida albicans, un hongo que se encuentra en la vagina. Esta condición hace que el flujo vaginal se torne maloliente y espeso, como el queso cottage.

Enfermedades de transmisión sexual (ETS): las enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea, tricomoniasis y clamidia también pueden dar lugar a olor anormal en la secreción vaginal.

Vulvovaginitis: las hinchazones e inflamaciones vaginales se conocen como vulvovaginitis. Esta condición es causada por infecciones vaginales como la vaginosis bacteriana y la candidiasis vaginal, o productos químicos presentes en los productos cosméticos como perfumes, jabones y sales de baño. Las reacciones alérgicas y la falta de higiene son también factores que causan vulvovaginitis. Esta condición hace que el olor vaginal sea desagradable y que aparezcan otros síntomas como picazón y ardor vaginal.

¿Cómo lidiar con el flujo vaginal maloliente?

La mayoría de las mujeres tienen infecciones vaginales por lo menos una vez en su vida. Aunque estas condiciones se dan con bastante frecuencia, el flujo vaginal con mal olor no debe tomarse a la ligera. Muchas mujeres auto-tratan tales condiciones mediante el uso de antibióticos de venta libre, sin embargo es preferible consultar a un médico y obtener el tratamiento adecuado para las infecciones vaginales.

Prácticas de higiene vaginal para prevenir el flujo vaginal maloliente

Mantener una higiene adecuada puede ayudar a mantener el medio ambiente vaginal limpio y libre de olores. Las prácticas siguientes pueden prevenir la aparición de infecciones vaginales y por tanto, los olores desagradables.

• Cambiar los tampones o almohadillas frecuentemente durante la menstruación.
• Evitar las duchas vaginales, excepto si son recetadas por un médico.
• Usar siempre ropa interior limpia, preferiblemente de algodón.
• Limpiar el área de la vagina con agua y evitar el uso de perfumes y jabones vaginales.
• Usar condones durante las relaciones sexuales para prevenir el contagio con enfermedades de transmisión sexual.

Recuerda que el flujo vaginal con mal olor es una condición tratable que puede prevenirse a través de prácticas de higiene y cambios en el estilo de vida.