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FLUJO VAGINAL

Medicamentos orales y vaginales para la vaginosis bacteriana

La vaginosis bacteriana (VB) es una infección vaginal causada por la proliferación de ciertas bacterias anaerobias que normalmente viven en la vagina, en especial las cepas de Gardnerella vaginalis. El tratamiento convencional de la VB implica un curso de antibióticos, administrados por vía oral (píldoras) o vaginal (cremas, geles u óvulos). Dependiendo de los síntomas, el estado de salud general y las preferencias de la mujer, es posible adoptar un método de tratamiento donde se combinen medicamentos orales y vaginales, o donde solo se use uno de ellos.

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Si has estado notando los síntomas típicos de la vaginosis bacteriana es muy importante que no te auto-mediques y acudas al médico para ser diagnosticada correctamente. Existen otras infecciones que causan síntomas similares, pero en realidad se tratan de manera diferente.

En este artículo podrás ver un resumen de los principales medicamentos orales y vaginales que se utilizan para tratar la vaginosis bacteriana.

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Medicamentos orales para la vaginosis bacteriana

pastilas infeccion vaginal

Los médicos suelen recetar un curso de antibiótico oral con la clindamicina (Cleocin), el metronidazol (Flagyl) o el tinidazol (Tindamax). La dosis puede variar dependiendo de cada caso, pero típicamente se indica de la siguiente manera:

Metronidazol oral: 500mg 2 veces al día, durante 7 días

Clindamicina oral: 300mg 2 veces al día, durante 7 días

Tinidazol oral: 2gr 1 vez al día, por 2 días o 1gr 1 vez al día, por 5 días (solo está disponible de forma oral)

Los medicamentos orales pueden causar efectos secundarios, como náuseas, vómitos, diarrea, cambios en el coloración de la orina. El metronidazol oral y el tinidazol también pueden crear un sabor desagradable, como a metálico, en la boca.
Durante el tratamiento es importante eliminar el consumo de bebidas alcohólicas, ya que no solo perjudica el efecto del fármaco, sino que puede provocar reacciones adversas.

Medicamentos vaginales para la vaginosis bacteriana

Para el tratamiento vaginal de la vaginosis bacteriana se pueden indicar formulaciones de clindamicina (Clindesse) y de metronidazol (MetroGel). Algunas mujeres desean evitar los posibles efectos secundarios de los medicamentos orales y optan por aplicarse una de estas variantes. Por ejemplo:

Gel de metronidazol al 0.75%: 1 aplicación de 5gr, una vez al día por 5 días

Crema de clindamicina al 2%: 1 aplicación de 5gr, antes de dormir durante 7 días

Supositorios vaginales de clindamicina: 100gr antes de dormir durante 3 días

Nota: los aceites presentes en la crema vaginal de clindamicina y en algunos óvulos pueden debilitar el látex de condones y diafragmas; la mujer podría ser más susceptible a contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS) o a quedar embarazada. También se han reportado casos de infección por hongos después de terminar el tratamiento.

Medicamentos para el tratamiento de la vaginosis bacteriana en el embarazo

Si la vaginosis bacteriana es diagnosticada durante el segundo o tercer trimestre del embarazo, se suele indicar un curso de metronidazol o clindamicina oral. Hasta el momento este tratamiento se considera seguro para el feto, sin embargo algunos doctores tratan de evitarlo en el embarazo siempre que sea posible.

Por otra parte, no se recomienda aplicar la crema vaginal de clindamicina en mujeres embarazadas, ya que algunos estudios sugieren que existe un mayor riesgo de parto prematuro. Tampoco es aconsejable poner en práctica un tratamiento casero sin antes consultar al especialista.

Lo más importante para una mujer embarazada que presente los síntomas de VB es acudir al médico; allí será examinada y recibirá el tratamiento más adecuado de acuerdo a su diagnóstico. Si la infección no es eliminada de forma oportuna, pueden surgir complicaciones en el embarazo.

En general, no suele ser necesario tratar a la pareja sexual masculina de una mujer con vaginosis bacteriana, pero sí puede indicarse el tratamiento para una pareja sexual femenina. Los medicamentos, tanto orales como vaginales, deben usarse hasta completar el ciclo recetado, no importa que los síntomas hayan desaparecido. Detener un tratamiento antes de tiempo puede aumentar el riesgo de desarrollar vaginosis bacteriana recurrente.

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