Saltar al contenido
FLUJO VAGINAL

Prevención de la vaginosis bacteriana

La vaginosis bacteriana (VB) es una condición vaginal muy frecuente caracterizada por el flujo abundante y el mal olor a pescado, cuyo origen se debe al desequilibrio entre la población de bacterias saludables y bacterias patógenas que forman la flora bacteriana. Esto nos indica que para prevenir la VB, lo más importante es evitar que se produzca dicho desbalance en primer lugar.

PUBLICIDAD

Existen diferentes factores de riesgo que pueden conducir a la alteración de la flora vaginal normal y en consecuencia, causar la vaginosis bacteriana, por ejemplo:

  • El uso prolongado, o frecuente, de antibióticos
  • El cambio frecuente de pareja sexual
  • El uso regular de duchas vaginales
  • La higiene genital inadecuada
  • El abuso de ciertos productos diseñados para la higiene íntima femenina

A continuación te explicamos por qué es tan importante evitar estos factores de riesgo para prevenir la VB, y otras infecciones vaginales.

PUBLICIDAD

Prevención de la vaginosis bacteriana: 5 medidas básicas

La vaginosis bacteriana y las relaciones sexuales

mujer pensativa

Aunque la vaginosis bacteriana no es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) se ha encontrado que el cambio frecuente de pareja sexual, las relaciones sexuales con múltiples parejas y las conductas sexuales de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar VB. Los fluidos, bacterias y microorganismos que forman la flora genital de otras personas pueden alterar la cantidad de bacterias que normalmente se encuentran en tu vagina. Esto explica por qué el mal olor similar al pescado es más notable después del coito. En especial, el semen es una sustancia de naturaleza alcalina, que altera la acidez vaginal y favorece a las bacterias malas.

Para prevenir la vaginosis bacteriana, así como cualquier otra ETS (tricomoniasis, clamidia, gonorrea, VIH, herpes), es fundamental que apliques las siguientes pautas:

  • Evita el cambio frecuente de pareja sexual; opta por involucrarte en relaciones monógamas.
  • Usa siempre el preservativo, especialmente si se trata de una nueva pareja sexual.
  • Evita el uso frecuente de juguetes sexuales.
  • Evita las relaciones sexuales en general mientras tengas los síntomas de una infección.

Tener vaginosis bacteriana te hace más propensa a contagiarte con una ETS si has estado expuesta durante una relación sexual de riesgo.

La vaginosis bacteriana y las duchas vaginales

Algunas mujeres acostumbran a utilizar las duchas vaginales para «limpiar mejor» su zona íntima, pero esto es un error. Las duchas vaginales no sólo eliminan el flujo vaginal, sino que también arrastran la población de bacterias saludables y alteran el nivel de pH vaginal normal. Los cambios en la acidez del entorno y la reducción en el número de lactobacilos aumentan la probabilidad de desarrollar VB y candidiasis vaginal 

Evitar el uso de las duchas vaginales es fundamental para prevenir la vaginosis bacteriana y mantener el estado saludable de tu zona íntima. (Más en: Duchas vaginales: efectos en la salud sexual femenina)

La vaginosis bacteriana y los antibióticos

Las mujeres que deben tomar antibióticos con mucha frecuencia son más propensas a desarrollar esta infección. De hecho, el propio tratamiento convencional de la vaginosis bacteriana con metronidazol y clindamicina puede conducir a la recurrencia de sus síntomas. Estos medicamentos ayudan a controlar la proliferación de bacterias patógenas (generalmente las cepas de Gardnerella vaginalis) y eliminan las molestias vaginales en pocos días, pero también eliminan un gran número de bacterias protectoras. Por eso es común que la VB reaparezca después de varias semanas.

Casi siempre la mujer realiza varios cursos de tratamiento intentando solucionar el problema, pero en realidad podría estar creando un círculo vicioso con etapas de alivio y una inevitable reaparición de los síntomas. (Ver: Los antibióticos y la vaginosis bacteriana: ¿cuál es la conexión?)

En este caso la prevención radica en no usar medicamentos antibióticos si no es realmente necesario. Si has sido diagnosticada con la VB y tu médico te ha recetado un curso de antibióticos, sigue sus indicaciones; completa el tratamiento aunque los síntomas ya hayan desaparecido, así evitas que las bacterias creen resistencia al medicamento. Nunca te auto-mediques para eliminar síntomas vaginales inusuales, recuerda que otras infecciones pueden causar síntomas similares a la vaginosis bacteriana, pero su origen y tratamiento es diferente.

La vaginosis bacteriana y la higiene vaginal

La higiene es un factor esencial para mantener la flora vaginal en equilibrio y prevenir cualquier infección. Para empezar, la higiene excesiva es un gran enemigo que debes evitar. A veces se piensa que el aseo constante puede ayudarnos a no producir flujo vaginal y a eliminar el olor, pero en realidad ocurre lo contrario. Lavarte muchas veces al día altera el pH vaginal, interfiere con el mecanismo de limpieza natural y elimina un gran número de bacterias amistosas.

Para prevenir la vaginosis bacteriana se recomienda lavar la zona íntima 1-2 veces al día, con agua fresca. En caso de usar jabón, este debe ser suave, sin mucho perfume y con pH neutro. Otro consejo importante es lavar, limpiar y secar siempre de alante hacia atrás. De lo contrario, las bacterias rectales, especialmente la E. coli, pueden entrar en la vagina y las vías urinarias. (Ver: La higiene como una vía de prevención)

La vaginosis bacteriana y los productos irritantes

Las sustancias químicas que se encuentran en muchos productos populares de higiene femenina pueden causar irritación y alterar el equilibrio ácido de la vagina. Aquí no solo se incluyen los baños de burbujas, los jabones y desodorantes muy perfumados, las duchas, sino también los detergentes para la ropa, el papel higiénico perfumado, los tampones perfumados, los espermicidas, etc.

Estas condiciones de desequilibrio e irritación aumentan la probabilidad de desarrollar la vaginosis bacteriana, por tanto una medida de prevención a tener en cuenta es evitar el uso excesivo de productos químicos, tu vagina no los necesita. Siempre que vayas a comprar un producto de higiene o control menstrual, asegúrate de consultar los ingredientes y materiales que contiene. Opta por las variantes más naturales y simples.

Otras medidas de prevención contra la vaginosis bacteriana

Además de considerar los principales factores de riesgo, se recomienda:

No usar ropa interior o prendas demasiado ajustadas de forma regular, ya que estas pueden provocar un exceso de humedad en la región vaginal, y eso a su vez crea un ambiente ideal para que proliferen las bacterias no deseadas. Evita las fibras sintéticas, elige prendas «sueltas» y usa ropa interior de algodón.

No fumar; este hábito insalubre deprime tu sistema inmunológico, promueve la acumulación de toxinas y favorece la proliferación de bacterias en todo el organismo.

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD