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FLUJO VAGINAL

Flujos vaginales saludables y flujos anormales. Aprende a controlarlos

A lo largo de un ciclo menstrual es normal tener flujo vaginal claro o blanquecino, el cual puede variar un poco el color, el olor y la consistencia. Como ya sabemos, este flujo saludable es producido por las glándulas cervicales/vaginales para mantener a la vagina limpia y protegida. Su equilibrio ácido desalienta el desarrollo de muchas infecciones y en su paso hacia el exterior arrastra células muertas, bacterias y demás elementos ajenos al medio.

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Mientras el flujo vaginal sea transparente o de color blanco y no se acompañe de ningún olor desagradable, no hay motivos de preocupación. Hay etapas en las que se puede notar un aumento significativo en la cantidad de secreciones, pero esto es completamente normal, por ejemplo durante la ovulación, en el embarazo o durante las relaciones sexuales debido a la excitación sexual.

La presencia de esos flujos saludables comienza desde la pubertad en las adolescentes, casi siempre un poco antes de que llegue el primer período. Una vez que el ciclo menstrual se ha establecido, es más fácil distinguir las variaciones que experimenta el flujo normal. Antes y después del período suelen aparecer descargas más blanquecinas, escasas y de textura cremosa a pegajosa. A medida que se acerca la ovulación, el flujo se va tornando más transparente, viscoso y abundante.

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El flujo saludable no sólo es claro, también puede ser nublado e incluso un poco amarillento. Estos cambios ocurren bajo la influencia de ciertos factores y procesos, por ejemplo el embarazo, el estrés, los medicamentos, la alimentación, los hábitos de higiene, entre otros.

Un flujo no saludable o anormal nunca es claro. Generalmente se notan cambios sospechosos en el color, en el olor, en la consistencia y la cantidad. Su presencia siempre causa incomodidad y puede acompañarse de malestar pélvico, irritación, comezón vaginal, ardor al orinar, entre otros síntomas molestos.

Entre las causas más comunes del flujo anormal están las infecciones vaginales, como:

La infección por levaduras: produce secreciones blancas o nubladas, que van acompañadas de picazón e incomodidad vaginal.

La vaginosis bacteriana: produce un flujo abundante claro, gris o turbio, casi siempre acompañado de mal olor vaginal.

A esto se suman las enfermedades de transmisión sexual, cuyos síntomas son aun más evidentes en el flujo vaginal. Enfermedades como la clamidia, la gonorrea, la tricomoniasis, el herpes genital, el VPH y otras, pueden provocar flujo abundante, de color amarillo a verdoso, olor vaginal fuerte y desagradable, picor, ardor, dolor durante las relaciones sexuales, manchado entre períodos, etc.

Independientemente de la naturaleza del flujo, muchas mujeres cometen errores a la hora de controlar sus secreciones. Existen varios consejos que debes tener en cuenta para lidiar con los diferentes flujos vaginales…veamos:

Nunca trates de auto-medicarte para eliminar la presencia de un flujo vaginal. Lo recomendable es acudir al médico para asegurarte de que realmente necesitas un tratamiento. Si la causa de tu flujo no es una infección o enfermedad, entonces no es buena idea tratar de eliminarlo con medicamentos.

El lavado constante de la zona íntima, especialmente con productos muy perfumados o duchas vaginales, puede alterar la flora normal de la vagina y dar pie a las infecciones. Mejor utiliza solo agua fresca y limpia, usando un jabón suave de pH neutro una vez al día. (Ver: Cosas de chicas: el cuidado y la recuperación de la flora vaginal)

Para absorber el exceso de humedad vaginal y controlar el flujo abundante, sea normal o anormal, no se recomienda el uso de tampones; mejor si usas protectores diarios no perfumados, cambiándolos varias veces al día.

Otro consejo muy importante es procurar una buena ventilación de la zona genital. Las prendas muy ajustadas impiden que el aire circule adecuadamente, incrementan la sudoración y crean el entorno cálido y oscuro que necesitan los hongos para proliferar. En su lugar, opta por las piezas holgadas, cómodas, de tejidos transpirables. (Te puede interesar: Tipos de ropa interior que aumentan las posibilidades de una infección vaginal)

En el caso de las secreciones vaginales anormales que responden a la presencia de una infección o ETS, se requiere un diagnóstico y el tratamiento correspondiente. Nunca pases por alto los síntomas que te indican que algo no está bien; busca atención médica y sigue al pie de la letra las indicaciones del tratamiento.

Muchas mujeres prefieren complementar el tratamiento médico con otras alternativas de curación, como los remedios caseros. Aquí en nuestro blog tenemos muchos artículos sobre este tema, así como varios libros electrónicos donde explicamos cómo se puede poner en jaque a las infecciones vaginales comunes, de forma natural y segura.

Otras lectoras han consultado: LIBRO GRATIS “FLUJO VAGINAL. LA SOLUCIÓN”;   LIBRO GRATIS “VENCIENDO LA VAGINOSIS BACTERIANA”;   LIBRO GRATIS “VENCIENDO LA CANDIDIASIS VAGINAL”;   Sistema para controlar y erradicar la Vaginosis Bacteriana sin medicamentos;   Sistema para controlar y erradicar la Candidiasis Vaginal sin medicamentos

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