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FLUJO VAGINAL
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Flujo Vaginal: Tipos, Significado y Cómo Normalizarlo

flujo vaginalEl flujo vaginal es una cuestión que nos concierne a todas y seguramente a ti también te ha causado inquietud en algún momento de la vida. Si es así, enhorabuena, porque has llegado al lugar correcto para disipar todas tus dudas. Conoce a continuación qué es el flujo vaginal, cuáles son sus causas y síntomas acompañantes, así como los posibles tratamientos, remedios naturales y consejos útiles para que seas capaz de reconocer, diferenciar, prevenir y tratar todos los tipos de flujo vaginal.

¿Qué es el flujo vaginal?

El término flujo vaginal se refiere a la secreción mucosa liberada desde la vagina, que se presenta de manera constante durante los años reproductivos de una mujer. Otros nombres comunes son moco cervical, descarga vaginal y leucorrea. Normalmente suele aparecer varios meses antes del primer período en la adolescencia y se mantiene hasta la llegada de la menopausia.

El flujo vaginal es producido por las glándulas que se encuentran dentro de la vagina y el cuello uterino. Su composición incluye agua, secreciones cervicales, ciertas proteínas denominadas mucinas, electrolitos como el calcio, el potasio y el sodio, compuestos orgánicos como la glucosa, minerales como el zinc, el cobre, el hierro, el manganeso y el selenio, ácidos grasos, enzimas, prostaglandinas, células y bacterias.

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La función principal de este flujo es mantener la limpieza y la buena salud del entorno vaginal, ya que a su paso arrastra células muertas, bacterias y otros microorganismos dañinos que podrían causar infecciones vaginales. Pero también tiene otras funciones importantes, por ejemplo lubricar las paredes vaginales durante el acto sexual, equilibrar el pH ácido de la vagina, favorecer el paso de los espermatozoides hacia el útero de cara a la concepción de un embarazo, así como impedir el ascenso de bacterias patógenas.

La presencia del flujo vaginal es un suceso perfectamente normal. Su cantidad, consistencia, olor y color pueden variar dependiendo del momento en el ciclo menstrual. Por ejemplo, una mujer puede producir mucho más flujo durante su ovulación, en comparación con la cantidad que produce justo antes o después del período. Otros factores que aumentan la producción de la secreción vaginal son el embarazo y la excitación sexual.

Los cambios normales que experimenta el flujo a lo largo de un ciclo no son motivo de alarma, pero existen diferentes condiciones que pueden alterar sus características de forma anormal. Cuando se produce un cambio inusual en el color, el olor, la cantidad, la textura, y además existen otros síntomas molestos como picazón intensa, enrojecimiento o ardor vaginal, lo más recomendable es acudir al médico.

Tipos de flujo vaginal

Conversando sobre el flujo vaginal

Flujo vaginal normal

Típicamente el flujo vaginal normal es de color claro, pálido o blanquecino; tiene una consistencia delgada y no presenta mal olor. La cantidad promedio de flujo vaginal que produce una mujer es 1 cucharadita por día (entre 20 y 60 mg), pero esto puede variar. Algunas mujeres tienen flujo normal abundante, mientras otras producen una secreción tan escasa que ni siquiera la notan.

Las características del flujo vaginal normal van cambiando a lo largo del ciclo menstrual debido a la influencia de picos hormonales, específicamente de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona. Otros factores que alteran el flujo normal son el embarazo, el uso de medicamentos hormonales o píldoras anticonceptivas, el estrés, ciertos hábitos alimenticios, la salud del sistema inmunológico y la higiene personal.

Video: ¿Cuáles son las caracteristicas del flujo vaginal normal?

¿Cómo varía el flujo vaginal normal a lo largo del ciclo menstrual?

El ciclo menstrual se compone de diferentes fases, las cuales están determinadas por el aumento o la disminución de varias hormonas. A medida que el ciclo va avanzando, es normal que la mujer observe cambios en su flujo vaginal. En general existen 4 variaciones principales, y si prestamos suficiente atención es posible que identifiquemos cada una de ellas.

Variaciones del flujo vaginal normal según la etapa del ciclo menstrual:

Flujo vaginal pegajoso

El flujo vaginal pegajoso suele producirse justo antes y después de la menstruación, cuando los niveles de progesterona aún son altos. Es un flujo de color blanquecino claro y tiene una consistencia pastosa; se siente similar a un pegamento. En algunas mujeres este flujo puede ser muy escaso, casi imperceptible; es lo que se denomina como días secos. Teniendo en cuenta que dificulta bastante el paso de los espermatozoides hacia el útero, el flujo vaginal pegajoso está considerado como el tipo de flujo menos fértil.

Flujo vaginal cremoso

El flujo vaginal cremoso puede producirse hasta 7 días antes de la ovulación y suele durar de 2 a 3 días. Este flujo vaginal se caracteriza por su consistencia cremosa, muy similar a cuando frotamos una loción entre los dedos. Suele ser de color blanco nacarado o amarillo pálidoy no tiene olor. Debido a su textura, el flujo cremoso restringe en gran medida el movimiento de los espermatozoides, por eso se considera poco fértil.

Flujo vaginal acuoso

El flujo vaginal acuoso y transparente se produce durante los días cercanos a la ovulación (antes de la ovulación) y dura hasta que esta comienza. El flujo vaginal acuoso, como su nombre indica, tiene una consistencia muy líquida. El color suele ser claro, aunque puede ser blanquecino si se acumula gran cantidad. Este tipo de flujo está considerado como el segundo mejor para la concepción, ya que facilita el avance de los espermatozoides hacia el útero.

Flujo vaginal clara de huevo

El moco cervical clara de huevo normalmente se presenta en la mitad del ciclo menstrual, durante la ovulación, y es el resultado de un aumento en los niveles de estrógeno. Este tipo de flujo abundante debe su nombre a la similitud que tiene con la clara de huevo crudo. El color suele ser transparente o ligeramente blanco, se puede estirar una o dos pulgadas entre los dedos sin romperse y carece de olor. El moco cervical clara de huevo es el más fértil, ya que permite que los espermatozoides viajen vigorosamente hacia el útero y se unan con el óvulo. (Ver: Flujo vaginal como clara de huevo: el mejor amigo de las células de esperma)

En la segunda mitad del ciclo, después de la ovulación, el estrógeno disminuye y la progesterona aumenta nuevamente. Esto provoca la presencia de un tipo de flujo blanco cada vez más espeso, que puede mantenerse hasta la llegada el período.

Cabe señalar que estas variaciones del flujo vaginal normal pueden ser más o menos notables, dependiendo de cada mujer y sus niveles hormonales durante el ciclo. Notar solo alguno de estos cambios no significa que algo está mal.

Flujo vaginal anormal

El flujo vaginal anormal se refiere a cualquier secreción que manifieste alteraciones significativas y constantes en sus características, es decir color, olor, consistencia y cantidad anormal. Típicamente el flujo anormal se debe a la presencia de infecciones comunes, como la candidiasis vaginal y la vaginosis bacteriana, o al contagio con enfermedades de transmisión sexual (ETS), como la tricomoniasis, la clamidia, la gonorrea, las verrugas genitales, entre otras. [1]

En general, se dice que cualquier factor que altere el equilibrio de la flora vaginal puede conducir a la presencia de flujo anormal. Aquí se incluyen:

  • El uso de ciertos medicamentos, en especial los antibióticos y los esteroides
  • El uso de píldoras anticonceptivas
  • El cambio frecuente de pareja sexual
  • La atrofia vaginal
  • La higiene vaginal inadecuada y el uso excesivo de productos químicos

La presencia de enfermedades ginecológicas como la cervicitis, la enfermedad inflamatoria pélvica, el cáncer de cuello uterino y algunas condiciones de salud como la diabetes y los desequilibrios hormonales también provocan flujo vaginal anormal.

Flujo blanco anormal

tipos de flujo vaginal

Aunque el flujo normal puede ser de color blanquecino en varias etapas del ciclo menstrual, existe un tipo de flujo blanco que se considera anormal. Casi siempre se trata de un flujo significativamente blanco, que muestra alteraciones en su consistencia y se acompaña de otros signos inusuales, como comezón, irritación y ardor en la vagina.

La causa más frecuente de flujo blanco anormal es la candidiasis, u otras infecciones por hongos provocadas por la proliferación excesiva de hongos como la Candida albicans y la Monilia. En este caso la descarga se torna abundante, con un aspecto grumoso similar al requesón o la leche cortada y suele estar acompañada por una sensación de picor muy intenso en la abertura vaginal y sus alrededores, ardor al orinar, enrojecimiento, dolor durante las relaciones sexuales.

A veces este flujo blanco puede ser lechoso o puede tornarse ligeramente amarillo, sobre todo cuando ha pasado mucho tiempo acumulado dentro de la vagina. Algunas enfermedades de transmisión sexual y la vaginosis bacteriana también pueden causar secreciones abundantes de color blanco en sus primeras etapas, pero suelen mostrar síntomas diferentes a medida que se desarrollan.

Flujo amarillo

En la mayoría de los casos, el flujo vaginal amarillo es un síntoma de infección, pero esta no es una regla absoluta. Bajo determinadas circunstancias el flujo normal puede adquirir una tonalidad amarillenta, por ejemplo durante situaciones de estrés o enfermedad, si se están usando píldoras anticonceptivas o medicamentos, si hay un exceso de sudoración o se han mantenido relaciones sexuales sin preservativo.

Sin embargo, el flujo significativamente amarillo que se presenta de manera constante y se acompaña de mal olor, picazón, ardor u otras molestias vaginales, nunca debe pasarse por alto. Entre las causas comunes se encuentran:

  • Enfermedades de transmisión sexual como la tricomoniasis, la clamidia y la gonorrea
  • La candidiasis vaginal y la vaginosis bacteriana en sus etapas avanzadas
  • La vulvovaginitis
  • La cervicitis
  • La presencia de un objeto extraño en el interior del canal vaginal

Flujo verde o gris

El flujo vaginal verde siempre indica que existe un proceso infeccioso o inflamatorio en el cuerpo de la mujer. Dicha coloración se debe a la presencia de numerosos leucocitos tratando de combatir una infección bacteriana.

En la mayoría de los casos el flujo verde es causado por la tricomoniasis. Si una mujer está presentando este síntoma y ha mantenido relaciones sexuales de riesgo en el pasado, es muy importante que acuda al médico para ser examinada.

Otras causas comunes son:

  • la gonorrea y la clamidia en sus etapas más avanzadas (flujo amarillento-verdoso)
  • la vaginosis bacteriana (flujo verde-grisáceo),
  • los procesos inflamatorios en el útero, en el cérvix, las trompas de Falopio y los ovarios (secreción mucosa abundante de color amarillo o amarillo-verdoso)
  • el desarrollo de enfermedades oncológicas en el sistema reproductivo femenino (secreción vaginal con rayas verdes de pus)

Flujo marrón

El flujo vaginal marrón, ya sea claro u oscuro, suele indicar la presencia de sangre antigua que se ha mezclado con las secreciones normales. Puede ser un efecto normal justo antes o después de tener el período, cuando se ha comenzado a usar la píldora, 1-2 después de tener relaciones sexuales sin suficiente lubricación vaginal, o cuando ha tenido lugar la implantación de un óvulo fecundado.

Pero el flujo marrón también es un signo típico de condiciones serias como la clamidia y la gonorrea en etapas avanzadas, la enfermedad inflamatoria pélvica, los fibromas y pólipos uterinos, la endometriosis, el cáncer de cuello uterino y de ovario, la amenaza de aborto involuntario y el aborto efectivo.

Flujo rosado o sanguinolento

Al igual que el flujo marrón, el flujo vaginal rosa se debe a la presencia de sangre, pero en este caso sangre fresca. En ocasiones es normal tener cierto manchado leve producto de la ovulación, la implantación de un óvulo, el final del período, un examen ginecológico, el uso de la píldora anticonceptiva o del estrés.

Cuando el flujo rosado se presenta de manera constante entre períodos y se acompaña de otros síntomas, por ejemplo dolor pélvico, irregularidades menstruales, secreciones vaginales amarillas o verdes y mal olor, es importante acudir al médico para descartar las siguientes causas:

Las mujeres embarazadas que experimenten flujo sanguinolento deben buscar atención médica de inmediato, ya que esto puede indicar amenaza de aborto, especialmente si se acompaña de dolor de espalda, calambres y dolor abdominal bajo.

Flujo vaginal en el embarazo

Uno de los primeros cambios que suele experimentar la mujer desde las primeras semanas de embarazo es el aumento del flujo vaginal, este tipo de secreción es llamada leucorrea y no debe ser un motivo de alarma, ya que ocurre como consecuencia de los cambios hormonales típicos en esta etapa. De hecho, para muchas mujeres este flujo vaginal es uno de los primeros síntomas del embarazo.

Flujo vaginal en embarazadas

El flujo normal en el embarazo es abundante, de color blanco, aspecto lechoso y olor suave. Su cantidad se mantiene en aumento durante toda la gestación. En las primeras semanas es común la presencia de un flujo marrón oscuro, pero este desaparece a medida que avanza el embarazo.

La presencia de cualquier flujo amarillo, verde, con mal olor, consistencia grumosa o espumosa, y que se acompañe de enrojecimiento / picazón requiere atención médica de inmediato; es necesario identificar si la embarazada tiene una infección vaginal como la candidiasis, la vaginosis bacteriana o una ETS.

El flujo rosado o con rastros de sangre roja brillante siempre debe ser evaluado por un médico, especialmente en las primeras 12 semanas de embarazo, así como en el segundo y tercer trimestres.

Flujo vaginal en la menopausia

Una vez que la mujer entra en la menopausia es normal que comience a notar muchos cambios, no solo en la irregularidad de sus períodos sino también en la cantidad de flujo vaginal normal que produce. La peri-menopausia y la menopausia son etapas caracterizadas por el descenso en los niveles de estrógeno, lo cual provoca sequedad y adelgazamiento de las paredes vaginales. En consecuencia, el flujo se puede tornar muy escaso y acuoso.

Cualquier flujo de color amarillo, verdoso o sanguinolento en la menopausia debe considerarse como un signo de alarma. Las infecciones vaginales, las ETS y los procesos patológicos en el sistema reproductivo son causas comunes del flujo anormal en esta etapa.

Flujo vaginal en niñas

Las niñas suelen presentar el flujo vaginal desde el inicio de la pubertad. Junto a otros cambios, este es un síntoma que marca el comienzo de la actividad hormonal en el sistema reproductor femenino. Se trata de un flujo blanquecino o transparente, con consistencia pegajosa o viscosa, que aparece varios meses antes de producirse el primer período menstrual (menarquia).

¿Cómo mantener tu flujo vaginal saludable?

El flujo vaginal es un mecanismo natural de auto-limpieza que nos ayuda a mantener la vagina limpia y saludable, pero es recomendable poner en práctica varias medidas de cuidado para no alterar su naturaleza.

Si quieres mantener tu flujo vaginal saludable debes evitar:

  • El uso de excesivo de productos de higiene íntima muy perfumados y duchas vaginales [2]
  • La pérdida de acidez debido a los desequilibrios en el pH vaginal
  • El uso de ropa interior de tejidos que promuevan la sudoración excesiva
  • El uso prolongado de una misma almohadilla o tampón durante el período menstrual
  • Las relaciones sexuales desprotegidas con nuevas parejas

Además de estas y otras medidas básicas de cuidado genital, es muy importante acudir regularmente al médico para recibir el examen ginecológico anual.

Resumen del tema en: Flujos vaginales saludables y flujos anormales. Aprende a controlarlos

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