Causas y síntomas de un posible desequilibrio hormonal

En muchos de mis artículos he incluído al desequilibrio hormonal como una de las causas más probables para la presencia de síntomas y molestias frecuentes. Pero teniendo en cuenta que se trata de una condición que no resulta tan evidente, a veces puede ser difícil sospechar de un problema hormonal. Creo que les puede resultar interesante conocer un poco más sobre las causas, los síntomas típicos, ejemplos y consejos relacionados con un posible desequilibrio hormonal.

Las hormonas son sustancias que controlan la mayoría de las funciones corporales; cuando sus niveles disminuyen o aumentan fuera de un rango normal, provocan consecuencias negativas. Aunque la fluctuación en los niveles de hormonas sexuales femeninas puede ser completamente normal en ciertos escenarios, como la menstruación, el embarazo y la menopausia, hay otras circunstancias en las que no es así. De forma general, si te sientes cansada, irritable e inflamada, si tienes desajustes menstruales y manchado vaginal anormal, o simplemente no estás bien, es posible que tengas un desequilibrio hormonal.

Síntomas de un posible desequilibrio hormonal

Los síntomas de un desequilibrio hormonal pueden variar de una persona a otra, pero en esencia estos son los síntomas más comunes:

• Fatiga
• Pérdida o ganancia de peso inexplicable
• Pérdida de cabello
• Cambios en el apetito
• Depresión
• Insomnio
• Ansiedad
• Aumento o disminución de la libido

Si nos enfocamos en el caso específico de las mujeres, estos síntomas pueden incluir también molestias vaginales y reproductivas, por ejemplo ausencia o retraso menstrual, manchado vaginal entre períodos, la presencia de mucho o muy poco moco cervical, dificultad para quedar embarazada, condiciones ginecológicas (SOP), entre otros.

Causas de un posible desequilibrio hormonal

Estas no son las únicas causas, existen muchas otras, pero hemos querido hacer un resumen de las más frecuentes. Veamos…

Problemas de la glándula tiroides. La tiroides es una glándula muy importante en nuestro organismo; es la encargada de producir hormonas tiroideas, fundamentales para los procesos metabólicos, de crecimiento y de desarrollo. Si la tiroides no está funcionando de forma adecuada y los niveles de hormonas tiroideas son demasiado bajos o demasiado altos, entonces se produce un estado de desequilibrio hormonal y surgen trastornos como el hipotiroidismo y el hipertiroidismo.

Enfermedades del aparato digestivo. Condiciones tales como el estreñimiento, la distensión abdominal, la diarrea y el reflujo son consecuencias de la inflamación en el estómago. Esta inflamación puede tener efectos adversos sobre la glándula pituitaria, que regula la producción de muchas hormonas en nuestro organismo. Como ves, la inflamación estomacal y los problemas digestivos pueden conducir al desequilibrio hormonal.

Por otra parte, el estrógeno y la progesterona se metabolizan en el hígado; de ahí que algunos problemas del hígado puedan alterar los niveles normales de dichas hormonas. Cuando se habla de posibles desequilibrios hormonales no podemos pasar por alto la salud del sistema digestivo.

Estrés. El estrés es uno de los mayores culpables del desequilibrio hormonal, ya que aumenta la producción de cortisol y esto a su vez conduce a una liberación inadecuada de otras hormonas. La cascada hormonal resultante puede crear una respuesta inflamatoria en el organismo y derivar en un desequilibrio hormonal significativo.

Envejecimiento. El envejecimiento provoca una disminución en la producción de hormonas. Muchas personas pueden experimentar desequilibrios hormonales, por ejemplo bajos niveles de testosterona o de estrógeno, a medida que van envejeciendo.

Embarazo. Como ya hemos mencionado en tantas ocasiones, el embarazo sigue siendo otra de las causas más comunes de desequilibrio hormonal en la mujer. Durante el embarazo las mujeres producen grandes cantidades de progesterona, pero después del parto esta producción disminuye significativamente, pudiendo conducir a todo tipo de desequilibrios hormonales y causar síntomas de depresión post-parto.

Predisposición genética. Algunas personas están genéticamente predispuestas a desarrollar desequilibrios hormonales, por ejemplo debido a la dominancia del estrógeno.

Globulina fijadora de hormonas sexuales. La SHBG, por sus siglas en inglés, es un tipo de proteína que normalmente se fija a tres hormonas sexuales (estrógeno, testosterona y dihidrotestosterona) y las transporta por la sangre. La presencia de niveles demasiado altos o demadiado bajos de esta proteína se asocian con diferentes problemas hormonales. Los niveles bajos se observan en casos de diabetes, síndrome de ovario poliquístico e hipotiroidismo, mientras que los niveles altos se asocian con la anorexia y el hipertiroidismo, entre otras enfermedades.

Método de control de natalidad. Los métodos anticonceptivos hormonales controlan y regulan el ciclo de fertilidad mediante la alteración de las hormonas femeninas. Para esto generalmente se usa la hormona sintética llamada progestina, que hace que el cuerpo detenga la liberación de progesterona natural. Estos cambios alteran los niveles normales de las hormonas sexuales femeninas, pudiendo causar desequilibrios hormonales importantes y síntomas molestos en algunas mujeres (manchado vaginal constante, acné, aumento de peso, crecimiento del vello facial y corporal, retraso o ausencia menstrual).

Escenarios de desequilibrio hormonal

Altos niveles de estrógeno: horarios de sueño irregulares, cambios en el apetito, ansiedad y metabolismo más lento, aumento de peso.

Insulina baja: neuropatía (daño nervioso), fatiga, problemas de cicatrización de lesiones, problemas de la piel, sed excesiva.

Niveles bajos de testosterona: pérdida de masa muscular, aumento de peso, cambios de humor y disfunción eréctil.

Niveles bajos de hormonas tiroideas: períodos menstruales irregulares o ausentes, aumento de peso inexplicable, fatiga e irritabilidad.

Niveles altos de hormonas tiroideas: pérdida de peso inexplicable, insomnio, ansiedad y pérdida o adelgazamiento del cabello.

Consejos prácticos y poco conocidos para evitar desequilibrios hormonales

Las siguientes recomendaciones pueden ayudarte a mantener tus hormonas equilibradas:

• Evita los alimentos altamente procesados, carnes pre-envasadas ​​y comidas congeladas.
• Aumenta el consumo de fibra.
• Bebe mucha agua y evita las bebidas con azúcar, cafeína y alcohol.
• Consume alimentos integrales y productos orgánicos.
• Come más pescados como el atún, la caballa y el salmón.
• Evita la leche y los productos lácteos que puedan contener antibióticos.
• Evita el uso de cremas y productos anti-envejecimiento que contengan ácido glicólico y ácidos AHA y BHA.
• Evita teñirte el cabello.
• Evita los jabones que contienen triclosán.
• Evita los formaldehídos en todas sus formas.
• Evita los productos para aclarar la piel.
• Evita los parabenos.

Después de conocer toda esta información, solo queda decirte que si en algún momento sospechas de un desequilibrio hormonal, no dudes en acudir al médico para ser evaluada/o. Recuerda que las hormonas controlan prácticamente todos los procesos de nuestro organismo; tu salud, estabilidad y bienestar dependen mucho de ellas.

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