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FLUJO VAGINAL

¿Por qué tengo dolor pélvico antes del período menstrual?

Normalmente las mujeres estamos familiarizadas con el dolor pélvico que se presenta justo antes o durante el período menstrual. Este dolor puede variar en intensidad, de leve a moderada o severa, pero desaparece una vez que ha concluído la menstruación. Sin embargo, algunas mujeres experimentan dolor pélvico, o dolor de bajo vientre, en otras fases de su ciclo menstrual. Esto hace que se pregunten: ¿Por qué tengo dolor pélvico antes del período menstrual?

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Dependiendo de cada caso, el dolor puede sentirse más agudo en un lado del abdomen, o al final del día. También puede empeorar después de haber estado de pie mucho tiempo, haber realizado un esfuerzo físico o tenido relaciones sexuales. Incluso toser, reír o estornudar, puede ejercer cierta presión sobre los músculos de tu abdomen y empeorar cualquier dolor en la pelvis.

Cuando el dolor pélvico antes del período se produce acompañado de síntomas como náuseas y mareos, fatiga, dolor en los senos, ausencia del período menstrual, sangrado vaginal inesperado o fiebre, es conveniente acudir al médico para ser examinada.

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Causas del dolor pélvico antes del período menstrual

Si eres una mujer sexualmente activa la primera idea que te puede venir a la cabeza es la posibilidad de un embarazo. De hecho, esa es una duda muy frecuente entre las mujeres jóvenes, quienes suelen preguntarnos: ¿podría estar embarazada si tengo dolor pélvico antes del período menstrual?

Es cierto que el comienzo del embarazo puede provocar cierto dolor en la zona abdominal. Es un dolor pélvico leve, cuya duración oscilará desde unos pocos segundos hasta unas pocas horas; en algunos casos los calambres pueden aparecer de forma esporádica durante 1-2 días. Este dolor en el embarazo se produce cuando el embrión comienza a adherirse al revestimiento uterino, casi siempre 10 días después de haberse producido la ovulación. Este proceso es lo que se conoce como implantación del óvulo, y el manchado de color marrón o rosa que lo acompaña se denomina sangrado de implantación.

El dolor pélvico por implantación varía de una mujer a otra; puede ser leve o causar picos de dolor más intenso, sin embargo de forma general no es un síntoma insoportable.

Ver además: Dolor pélvico en el embarazo

Otro proceso normal en el organismo femenino que puede provocar dolor pélvico ligero es la ovulación. La ruptura del folículo y la salida del óvulo maduro suele causar malestar, inflamación y dolor pélvico en las mujeres que experimentan el síndrome ovulatorio. Estos calambres de ovulación solo duran pocas horas y también pueden ir acompañados de sangrado vaginal leve. Aunque el dolor por ovulación puede ser un síntoma normal para algunas, no es así en todos los casos. Si nunca antes lo has experimentado y comienza a ocurrir de forma repentina, lo mejor es consultar al médico. (Dolor en la ovulación: ¿debería estar preocupada?)

Otras posibles causas del dolor pélvico antes del período menstrual

Cuando el dolor pélvico se presenta antes de la menstruación durante varios ciclos seguidos, es importante acudir al médico para descartar cualquiera de las siguientes causas:

Endometriosis

El dolor pélvico es un síntoma común de la endometriosis, trastorno que se produce cuando el tejido del revestimiento uterino comienza a crecer fuera del útero, en otros órganos y estructuras. Normalmente este tejido extra no puede ser derramado por el cuerpo durante el período menstrual, dando lugar a la formación de quistes y tejidos fibrosos; estos cuerpos extraños suelen ser la causa de los calambres inusualmente dolorosos en las mujeres con endomentriosis.

Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)

Es una condición en la cual los órganos reproductores femeninos resultan infectados como consecuencia de una infección vaginal o enfermedad de transmisión sexual no tratada. Los síntomas comunes de esta enfermedad incluyen dolor pélvico antes y después del período menstrual, dolor durante el coito, ciclos menstruales irregulares y flujo vaginal maloliente.

Embarazo ectópico

Es un tipo de embarazo anormal que se produce fuera del útero, por lo general en las trompas de Falopio, los ovarios o el cuello uterino. Uno de los síntomas de alarma de esta condición potencialmente mortal es el dolor pélvico inesperado, que se torna muy fuerte y se acompaña de fiebre, desmayos, náuseas, sangrado vaginal anormal. La endometriosis y la EIP constituyen dos factores de riesgo para desarrollar un embarazo ectópico.

Fibromas uterinos

Estos crecimientos de tejido no canceroso crean presión en el abdomen inferior, pero por lo general no causan dolor significativo hasta que alcanzan gran tamaño. Los síntomas más comunes de los fibromas uterinos son los calambres pélvicos, la sensación de presión en la parte baja del abdomen, el dolor durante el coito y el sangrado menstrual intenso y el sangrado anormal entre períodos menstruales.

Cistitis intersticial

También llamada síndrome de vejiga dolorosa, la cistitis intersticial ocurre cuando hay inflamación en la vejiga. Los síntomas incluyen micción frecuente, dolores agudos en la vejiga, presión alrededor de la zona pélvica, relaciones sexuales dolorosas y dolor pélvico antes del período menstrual.

Síndrome de ovario remanente

Esto suele ser una complicación debido a la extracción incompleta del tejido ovárico durante una histerectomía. Si los ovarios no se eliminan por completo, se produce dolor crónico y malestar en el área pélvica, dolor durante las relaciones sexuales, e incluso al orinar o defecar.

Inestabilidad de los ligamentos pélvicos 

La inestabilidad pélvica es una condición que suele producirse después del parto natural. Durante el parto, los ligamentos ubicados alrededor de las articulaciones de la pelvis tienen que estirarse para adaptarse al tamaño del bebé. Eso hace que dichos ligamentos se debilitan y sean incapaces de soportar todo el peso de la pelvis, llegando a provocar dolor pélvico severo.

Cánceres cervicales o uterinos

El dolor pélvico antes del período está considerado como un síntoma de las etapas avanzadas del cáncer de cuello uterino o de útero. Un dolor pélvico que se acompaña de dificultad para orinar, sangrado vaginal inusual, mal olor y relaciones sexuales dolorosas, debe ser evaluado por un ginecólogo cuanto antes.

Dolor pélvico crónico

La American Family Phisician informa que el dolor pélvico crónico femenino se define como el dolor persistente no cíclico que se percibe en estructuras relacionadas con la pelvis y que dura más de seis meses. Una de las principales causas del dolor pélvico crónico o síndrome de congestión pélvica es la presencia de venas varicosas agrandadas en los ovarios y la pelvis, especialmente después del embarazo. Otras causas pueden ser los tratornos intestinales, como el síndrome de intestino irritable, y ciertos trastornos mentales. 

Diagnóstico del dolor pélvico antes del período menstrual

Para diagnosticar la causa del dolor pélvico pre-menstrual el médico suele basarse en los siguientes pasos:

Entrevista con la paciente: el doctor hará preguntas sobre su historial de salud y las características del dolor en cuestión. La forma en que la mujer describe este síntoma puede ayudar a determinar qué tipo de dolor es y cuál podría ser la causa.

Examen físico: el médico suele examinar el abdomen y la pelvis para sentir los órganos, los músculos y tejidos de la región pélvica, así como para notar sensibilidad o anomalías que sugieran un posible trastorno.

La información recopilada en estos dos pasos hará que el médico decida si se necesitan pruebas o procedimientos adicionales para diagnosticar la causa del dolor pélvico. Estas pruebas pueden incluir análisis de laboratorio (de sangre u orina), una ecografía pélvica para observar los órganos y estructuras dentro de la región pélvica, una laparoscopia pélvica para mirar dentro de la pelvis, una resonancia magnética de la pelvis, una cistoscopia para examinar la vejiga o una colonoscopia para observar posibles anomalías en el intestino.

Encontrar la causa del dolor pélvico antes del período puede ser un desafío; algunos casos requieren tiempo y la consulta de varios especialistas. No encontrar la causa no significa que el dolor no sea real o que no se pueda tratar.

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