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FLUJO VAGINAL

Las duchas vaginales con peróxido de hidrógeno

Como ya he mencionado en muchas ocasiones, el uso regular de las duchas vaginales puede ser perjudicial para la buena salud femenina. Las duchas vaginales se utilizan básicamente para lavar el interior de la vagina, pero esta ya tiene su propio mecanismo de limpieza natural, por lo que practicar un lavado constante o excesivo mediante las duchas vaginales puede resultar muy agresivo. (Ver: Duchas vaginales: efectos en la salud sexual femenina)

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La mayoría de los médicos ya no recomiendan este tipo de limpieza para uso regular, ya que se ha demostrado que puede poner a la mujer en riesgo de desarrollar más infecciones vaginales y otras condiciones. Pero hay ocasiones en las que se puede controlar una infección rápidamente aplicando 2 o 3 duchas vaginales; ese es el caso de las duchas vaginales con peróxido de hidrógeno. Aunque no es una terapia convencional, se suele recomendar para tratar infecciones vaginales comunes, como la infección por hongos y la vaginosis bacterianaEn el artículo de hoy quiero comentarte algunas medidas que debes tomar para que el proceso sea más seguro.

¿Cómo se prepara una ducha vaginal con peróxido?

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Para preparar una ducha vaginal con peróxido de hidrógeno primero hay que diluirlo en agua. Generalmente se diluye 10 ml de peróxido de hidrógeno al 3% en una taza de agua, lo que dará lugar a una solución de peróxido de hidrógeno al 1,5%.

En caso de utilizar una solución comercial lista para su uso, asegúrate de que no tenga aditivos, como colorantes o perfumes. Si se trata de un kit de preparación, sigue las instrucciones del envase cuidadosamente para que prepares la solución de forma correcta. Casi siempre estos kits contienen la cantidad de agua necesaria para compensar la solución.

Sea cual sea la variante que decidas utilizar para aplicarte una ducha vaginal de peróxido, se recomienda colocarte dentro de la bañera o sentarte en el inodoro para no derramar la solución en el suelo. Inserta el tubo en la vagina con mucho cuidado para que no te lastimes; no trates de forzarlo para introducirlo completamente, nada de esto debe causarte dolor o molestias. Aprieta el irrigador suavemente y deja que la solución llegue hasta el interior, repitiendo hasta que el líquido se haya agotado. No es necesario que te contraigas para mantener la solución dentro de la vagina, lo normal es que vayan saliendo restos poco a poco.

Una vez que hayas terminado, limpia el área exterior con agua fresca para eliminar cualquier resto de solución que haya quedado. Enjuaga bien el irrigador vaginal y lávate las manos, así como cualquier otro artículo que hayas utilizado en la preparación. En caso de que los síntomas de infección vaginal no desaparezcan, igualmente no debes aplicar la ducha vaginal más de 3 veces. Deja que pasen varios días entre una ducha y otra.

Precauciones para el uso de duchas vaginales con peróxido de hidrógeno

Las duchas vaginales pueden alterar el pH vaginal y afectar los tejidos delicados de esa zona. No debes aplicarlas de forma regular para asear tu zona íntima, lo mejor es evitar su uso por completo. Recuerda que este método no te ayudará a evitar un embarazo ni a prevenir una ETS.

El peróxido de hidrógeno puede matar tanto a las bacterias buenas como a las malas presentes en la vagina. Por eso te recomiendo tomar un suplemento probiótico para mantener los niveles adecuados de bacterias saludables. Alternativamente puedes comer alimentos probióticos como el yogurt, el kéfir y los encurtidos.

Si experimentas alguna sensación de ardor, irritación o dolor mientras aplicas la ducha vaginal, retírala inmediatamente y enjuaga la zona con abundante agua fría.

Nunca guardes una parte sobrante de la solución que has preparado; simplemente deséchala y prepara una nueva la próxima vez.

Además de las duchas vaginales de peróxido de hidrógeno, también se pueden utilizar duchas de vinagre o de bicarbonato de sodio. Estas sustancias han demostrado su efecto beneficioso para poner en jaque cualquier crecimiento excesivo de hongos o bacterias. Pero una vez más, no se recomienda introducirlas frecuentemente dentro de la vagina; lo mejor es aplicarlas a través de enjuagues externos y baños de asiento.

Otras lectoras han consultado: Protocolo para las duchas vaginales: plata coloidal y caléndula;   Cómo se puede restaurar el pH vaginal;   Tratamientos de aromaterapia para la Candidiasis vaginal;   Sobre el auto-cuidado de una infección vaginal;   Flujos vaginales saludables y flujos anormales. Aprende a controlarlos

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