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FLUJO VAGINAL

Cómo afecta el embarazo a la salud vaginal

Durante el embarazo normalmente esperas que tu cuerpo pase por muchos cambios obvios, como el agrandamiento de las mamas y del vientre. Lo que seguramente no imaginas es que tu vagina también va a experimentar cambios durante esos nueve meses. Veamos cómo el embarazo afecta la salud vaginal, incluso después de dar a luz.

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Salud vaginal durante el embarazo

Estos son algunos cambios que podrás notar en tu vagina a medida que avanza el embarazo:

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Aumento de la secreción vaginal. El aumento del flujo vaginal es uno de los cambios vaginales más notorios. En principio esto se debe a los altos niveles de estrógeno y progesterona, pero el aumento en el volumen y flujo sanguíneo también contribuyen a este cambio.

El flujo suele ser delgado, blanco y lechoso. Puede llegar a ser más abundante a medida que se acerca el parto. No debe tener mal olor, pero es normal que huela más fuerte que antes. Se recomienda usar protectores no perfumados para evitar la humedad constante en la zona íntima. No se recomienda el lavado excesivo porque puede ser perjudicial.

Aumento del riesgo de infecciones vaginales. En algunos casos, el aumento de la secreción vaginal indica infección. Las infecciones vaginales son comunes durante el embarazo, en parte gracias a los cambios hormonales que alteran el equilibrio del pH de la vagina. Las infecciones vaginales comunes durante el embarazo son:

Infecciones por levaduras: Durante el embarazo, las secreciones vaginales contienen más azúcar, y ya sabemos que este es el alimento preferido de las levaduras. Por eso aumenta la probabilidad de desarrollar infección por hongos (candidiasis vaginal). Esto no dañará al bebé, pero requiere tratamiento médico lo antes posible para evitar posibles inconvenientes. Los síntomas de una infección por levaduras incluyen picazón y ardor vaginal, secreción con aspecto similar al queso cottage y olor vaginal intenso.

Vaginosis bacteriana (VB): Según algunos estudios, del 10 al 30 por ciento de las mujeres embarazadas desarrollará la vaginosis bacteriana. Esta condición es causada por un desequilibrio entre las buenas y malas bacterias vaginales. El síntoma principal de la VB es una secreción gris con olor a pescado. Cuando no recibe tratamiento oportuno puede causar complicaciones como parto prematuro, bajo peso al nacer y aborto espontáneo.

Tricomoniasis: Esta infección se transmite mediante las relaciones sexuales con una persona infectada. Puede causar complicaciones serias en el embarazo, como la rotura anticipada de la fuente y el nacimiento prematuro. Sus síntomas incluyen secreción olorosa, de color verde-amarillento, picazón y enrojecimiento vaginal, dolor durante la micción y el coito.

Aumento de la hinchazón vaginal. Para apoyar el crecimiento del bebé, el flujo sanguíneo aumenta significativamente durante el embarazo. No es extraño notar que los labios y la vagina lucen hinchados, como que se sientan más llenos. Esta hinchazón y el aumento del flujo sanguíneo pueden aumentar la libido y hacer que la mujer se sienta fácilmente interesada en las relaciones sexuales. Los cambios hormonales y el aumento del flujo sanguíneo también pueden provocar un cambio de tonalidad, otorgando un color más oscuro, como azulado, a la vagina y los labios. Si la hinchazón vaginal se acompaña de enrojecimiento, ardor y picazón, comuníquese con su médico. En algunos casos la hinchazón vaginal es causada por una infección.

Várices. Las piernas no son el único lugar donde pueden aparecer várices durante el embarazo. También pueden desarrollarse en el área vulvar/vaginal. Las venas varicosas en esa zona son causadas por un aumento en el volumen de la sangre, y una disminución en la velocidad con que retorna la sangre desde las extremidades inferiores.

Las várices pueden causar presión y malestar en la vulva/vagina. Estos síntomas se pueden aliviar aplicando una compresa fría, elevando las caderas al acostarse y usando una prenda de compresión. La mayoría de las venas varicosas desaparecen solas después de varias semanas de dar a luz.

Sangrado vaginal. El sangrado vaginal durante el primer trimestre es bastante común. Puede deberse a la implantación del óvulo fecundado en el revestimiento del útero, o puede ser causada por el aumento del volumen sanguíneo en la zona vaginal. En algunos casos, el sangrado vaginal significativo es un signo de aborto involuntario, especialmente si está acompañado de cólicos severos y la salida de tejido a través de la vagina.

El sangrado vaginal durante el segundo y tercer trimestre es preocupante. Se debe buscar atención médica de emergencia para descartar que el sangrado haya sido causado por:

  • Desprendimiento de placenta (cuando la placenta se despega del revestimiento uterino)
  • Apertura prematura del cuello uterino
  • Trabajo prematuro de parto
  • Ruptura uterina

Cuando comienza el parto, se puede experimentar flujo vaginal mezclado con una mucosa rosada. Esto es normal, ya que se trata de la salida del tapón mucoso que ha estado protegiendo la entrada al útero.

Salud vaginal después del parto

Después de un parto vaginal es normal la presencia de hinchazón, moretones y dolor. Orinar o tener una evacuación intestinal puede resultar muy doloroso. Para la mayoría de las mujeres, estos síntomas desaparecen después de unas semanas, pero puede tomar más tiempo si la vagina ha sido rasgada durante el nacimiento, o si la piel entre la vagina y el ano (perineo) fue cortada para sacar al bebé.

El sangrado vaginal es común durante las dos a seis semanas después del parto. Un sangrado intenso de color rojo brillante, que puede incluir coágulos, es normal durante las primeras 24 horas después del parto. Después de eso, la hemorragia debe disminuir gradualmente. Aun así, la mujer puede experimentar sangrado vaginal por hasta seis semanas.

Probablemente la vagina se sentirá ancha y elástica después de dar a luz, sin embargo en casi todas las mujeres se recupera gran parte de la elasticidad dentro de seis semanas. Los ejercicios de Kegel y otros ejercicios especiales para el suelo pélvico, durante y después del embarazo, ayudan a aumentar el tono vaginal y disminuyen el riesgo de prolapso.

Las mujeres que están amamantando tienen niveles más bajos de estrógeno y por tanto tienen más probabilidades de experimentar sequedad. Los lubricantes a base de agua y los humectantes naturales pueden aliviar los síntomas de la sequedad vaginal, como dolor durante las relaciones sexuales, picazón y ardor vaginal.

Sugerencias finales…

La vagina juega un papel clave en el embarazo y el parto, por lo que merece una atención especial. Estos son algunos consejos para mantener tu vagina sana durante y después del embarazo:

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  • Seca el área vaginal con un secador de cabello (temperatura fresca), después de bañarte o nadar.
  • Límpiate de adelante hacia atrás después de ir al baño.
  • No uses duchas vaginales ni almohadillas/protectores perfumados.
  • Evita los desodorantes vaginales y productos de cuidado personal muy perfumados.
  • Usa ropas y ropa interior más holgada.
  • Come yogur natural con regularidad.
  • Reduce el consumo de azúcar.
  • Mantente hidratada.
  • Come una dieta saludable y equilibrada. Haz ejercicios para embarazadas regularmente.
  • Practica relaciones sexuales de manera responsable.

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