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FLUJO VAGINAL

Guía completa sobre el flujo vaginal amarillo: ¿Qué necesitas saber?

Aunque constituye un motivo frecuente de consulta ginecológica, el flujo es una parte importante del sistema de auto-limpieza de la vagina, que ayuda a eliminar las bacterias y garantiza que el entorno vaginal se mantenga siempre limpio. Mientras el flujo vaginal normal es saludable y beneficioso, muchas mujeres reportan un flujo vaginal amarillo, a menudo acompañado de una consistencia espesa, mal olor, picor, enrojecimiento e hinchazón.

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En algunos casos la secreción vaginal amarilla puede ser causada por enfermedades de transmisión sexual como la clamidia o la tricomoniasis, pero esas no son las únicas causas posibles. En este artículo en forma de guía estaremos hablando sobre el flujo vaginal amarillo, sus causas, síntomas, opciones de tratamiento y otros aspectos relacionados.

¿Qué es el flujo vaginal?

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La vagina actúa como paso entre los órganos reproductivos internos y el exterior del cuerpo. Tiene un pH ligeramente ácido que desalienta a las infecciones. Normalmente produce secreciones para limpiarse y autorregularse, eliminando las células muertas y bacterias similar a cómo la saliva limpia y regula el medio ambiente de la boca.

El flujo vaginal es producido por las glándulas que se encuentran dentro de la vagina y el cuello uterino(moco cervical). Por lo general es transparente o blanquecino, no tiene mal olor y su consistencia varía desde fina y acuosa hasta espesa y pegajosa en función del momento del ciclo menstrual. Por ejemplo tiende a ser espeso y blanco después de un período, claro y acuoso durante la mitad del ciclo menstrual, y de nuevo espeso y blanco antes del próximo período. La cantidad de moco vaginal varía de mujer a mujer y suele ser 30 veces más abundante durante la ovulación.

flujo vaginal ¿Qué significa el flujo vaginal amarillo?

El flujo vaginal de color amarillo puede tener varias causas, por lo general se trata de infecciones o enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo muchas mujeres experimentan flujo vaginal amarillento durante el embarazo, o después del sexo como resultado del intercambio de fluidos corporales. Sigue leyendo para conocer las causas más comunes de flujo vaginal amarillo.

  1. La tricomoniasis: secreción vaginal amarilla-verdosa

La tricomoniasis es una de las enfermedades de transmisión sexual curables más comunes en mujeres jóvenes sexualmente activas. Una mujer infectada con tricomoniasis puede exhibir síntomas específicos como el flujo vaginal amarillo-verdoso, de consistencia espumosa, espesa, y con un olor agrio muy fuerte. También puede presentar picor e irritación de la vulva, dolor o ardor al orinar. Las relaciones sexuales pueden llegar a ser extremadamente incómodas y dolorosas. Las mujeres que contraen la infección durante el embarazo deben buscar ayuda médica inmediata para evitar la ruptura prematura de las membranas que protegen al bebé, lo que conduce a un parto prematuro.

  1. La gonorrea: secreción vaginal amarilla

La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual contagiosa causada por Neisseria gonorrhoeae, una bacteria que crece y se multiplica fácilmente en las membranas mucosas del cuerpo. La bacteria generalmente se contrae durante la relación sexual con una persona infectada, aunque también puede propagarse por el contacto con otros fluidos corporales. Sus signos más comunes son el flujo vaginal amarillo, amarillo-verdoso o amarillo-marrón con mal olor vaginal, dolor pélvico, ardor al orinar, manchado después del sexo, hinchazón de la vulva y sangrado entre períodos. La gonorrea puede pasar desapercibida en muchos casos, suele ser asintomática en algunas mujeres.

El tratamiento de la gonorrea tan pronto como sea posible es de suma importancia para la prevención de la enfermedad inflamatoria pélvica, que puede dañar las trompas de Falopio y conducir a la infertilidad. La gonorrea no tratada también puede resultar en un embarazo ectópico, condición que implica el desarrollo de un óvulo fecundado fuera del útero.

  1. La clamidia: descarga vaginal de color amarillo claro

Debido a que es extremadamente contagiosa, la clamidia se propaga muy fácilmente, pero por lo general no causa síntomas. Un síntoma común de la clamidia es el flujo vaginal anormal cuyo color puede variar de amarillo pálido a amarillo oscuro, y también puede ser ligeramente naranja durante el período, o de color amarillo neón cuando este termina. Otros síntomas son ardor y picazón en o alrededor de la vagina, sangrado entre períodos, períodos dolorosos, dolor durante el coito, aumento de las molestias al orinar y dolor abdominal con fiebre. Si no se trata, la clamidia puede causar enfermedad inflamatoria pélvica y posiblemente infertilidad. El embarazo ectópico es una consecuencia cuando no se recibe tratamiento oportuno. Si una mujer está embarazada y exhibe síntomas de la clamidia, debe acudir al médico inmediatamente, porque podría aumentar el riesgo de parto prematuro. La infección se puede transmitir de la madre al bebé durante el parto, lo que puede causar una infección en los ojos, neumonía o ceguera en el recién nacido.

  1. La infección por levaduras: flujo vaginal amarillo pálido

La infección por levaduras, también conocida como candidiasis o vaginitis, es causada por el crecimiento excesivo de la Candida albicans, un tipo de levadura que se encuentra normalmente en pequeñas cantidades en nuestro cuerpo. No se considera como una enfermedad de transmisión sexual debido a la amplia gama de factores no sexuales que pueden causarla. Estos incluyen el uso de antibióticos o esteroides, las duchas vaginales, enfermedades específicas como la diabetes, el desequilibrio hormonal, la falta de sueño, el estrés, el embarazo y un sistema inmunológico débil.

La infección por levaduras es una causa común de flujo vaginal blanco-amarillento con olor anormal y consistencia parecida al queso. También puede provocar picazón, ardor y dolor en la vulva, relaciones sexuales dolorosas y dolor en la micción. El tratamiento de la infección vaginal por levaduras es importante, de lo contrario puede extenderse al torrente sanguíneo y causar complicaciones sistémicas. Muchas mujeres reportan que la infección reaparece cada cierto tiempo, incluso después de seguir un tratamiento.

  1. Tampón olvidado dentro de la vagina: Secreción de color café-grisáceo

Algunas mujeres olvidan retirarse el tampón que usan durante su último día del período. Esto puede facilitar la multiplicación de las bacterias dentro de la vagina y resultar en una secreción de color marrón o gris, como pus, con mal olor y consistencia espesa. Si no se elimina inmediatamente, es posible experimentar dolor en el abdomen inferior, así como manchado después de sexo y sangrado entre períodos. La infección puede propagarse y entrar en el torrente sanguíneo, causando fiebre y otras complicaciones. Si has olvidado un tampón en tu vagina, intenta retirarlo si puedes alcanzarlo. De lo contrario busca asistencia médica de inmediato. En ocasiones la mujer debe seguir un curso de antibióticos para controlar el exceso de bacterias en el organismo y normalizar su flujo vaginal.

  1. La vaginosis bacteriana: secreción de color amarillenta-grisácea

La vaginosis bacteriana es causada generalmente por un crecimiento excesivo de ciertas bacterias vaginales, más comúnmente la Gardnerella. Acciones específicas del estilo de vida pueden dar lugar a su proliferación, muchas de las cuales están relacionadas con el cambio de nivel de pH vaginal. Las duchas vaginales, el uso de jabones muy perfumados o desodorantes corporales, así como baños de burbujas, pueden alterar el valor del pH, haciendo que las bacterias vaginales se multipliquen en exceso.

El flujo vaginal de color turbio, entre amarillento y gris, con un fuerte olor a pescado es el síntoma más común de la VB, que también se puede presentar con picazón, ardor al orinar y dolor durante el coito. Las mujeres con vaginosis bacteriana deben tomar antibióticos para aliviar los síntomas y tratar la condición. Dependiendo de la gravedad, pueden ser necesarios supositorios o cremas tópicas para aliviar el picor y el malestar vaginal.

Medidas preventivas para evitar el flujo vaginal amarillo

Ahora que hemos identificado las principales causas del flujo vaginal amarillo, debemos llamar la atención sobre las medidas que nos ayudan a prevenirlo.

  1. El uso de agua y jabones suaves para la limpieza vaginal

El flujo vaginal normal puede mantener la vagina limpia, eliminando bacterias y células muertas, pero aun así las mujeres debemos ser muy diligentes acerca de la higiene íntima. Evita los jabones muy perfumados y los desodorantes vaginales, utiliza agua corriente y un jabón con PH neutro para eliminar la suciedad y refrescar la zona íntima. Si normalmente usas cualquier jabón, trata de elegir uno que sea  suave. Además no laves tu área genital con demasiada frecuencia, de lo contrario puedes provocar desequilibrios en la flora vaginal y potencialmente, la vaginosis bacteriana.

  1. Tomar duchas, no baños

Nada es mejor para relajarse y calmar la mente y el cuerpo después de un día ocupado que un baño caliente con aceites esenciales y burbujas. Pero estos baños en realidad pueden afectar tu vagina y conducir a la secreción vaginal de color amarillo. Después de pasar unos minutos en el baño, el agua se llena de bacterias de la piel que pueden llegar a tu zona íntima y causar infección del tracto urinario. Para evitar esto toma duchas en lugar de baños.

  1. Usar ropa interior de algodón

Los expertos recomiendan usar específicamente las prendas interiores que son 100% de algodón, ya que son más transpirables, permiten que la piel respire y desalientan a las infecciones vaginales. Si es posible, cambia tu ropa interior dos veces al día para evitar que las bacterias estén en contacto directo con tus partes íntimas.

  1. Evitar la humedad en la zona genital

La humedad puede crear el ambiente perfecto para que las bacterias prosperen y se desarrollen infecciones. Se debe evitar la humedad en la zona genital a toda costa. Cambia tu ropa interior después de hacer ejercicio y quítate el traje de baño tan pronto como sea posible después de bañarte en piscinas o sitios similares.

  1. Limpiar siempre de adelante hacia atrás

Muchas mujeres no comprenden la importancia de limpiarse correctamente cuando van al baño. Siempre límpiate de adelante hacia atrás para evitar que las bacterias y la suciedad de tu zona anal pasen a la zona vaginal. De lo contrario podría resultar en una infección del tracto urinario. El lavado de las manos antes y después de ir al baño te ayudará a eliminar las bacterias de la piel, por tanto no van a entrar en contacto con el área genital. Asegúrate de usar papel higiénico sin perfumes y toallitas con pH neutro para evitar el cambio de pH de tu vagina.

  1. Mantener una dieta saludable

Muy pocas mujeres asocian sus hábitos alimenticios con la salud vaginal. Mantener una dieta nutritiva, equilibrada y beber mucha agua son esenciales para la salud reproductiva. Alimentos específicos como el jugo de arándanos y el yogur pueden ayudar a tratar infecciones por hongos, impidiendo el crecimiento excesivo de la Candida albicans. Los suplementos probióticos y prebióticos también mantendrán el crecimiento de ciertos microorganismos bajo control. Come tantas verduras y frutas como sea posible, y evita los alimentos que son muy ricos en grasas, hidratos de carbono u otros compuestos dañinos.

  1. Practicar sexo seguro

Evita tener múltiples parejas sexuales que puedan aumentar el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual. Usa condón y asegúrate de obtener revisiones regulares con un ginecólogo.

Por desgracia para muchas mujeres, incluso el cambio más pequeño en el estilo de vida puede causar cambios anormales en el flujo vaginal. Este puede tornarse espeso, maloliente y adquirir una tonalidad diferente. Ante la presencia de moco vaginal anormal, consulta a un especialista tan pronto como sea posible y asegúrate de seguir sus indicaciones al pie de la letra. Considera obtener una prueba de Papanicolaou cada 6-8 meses para descartar la posibilidad de cáncer de cuello uterino u otros problemas ginecológicos. Por último sé diligente en tu higiene personal, pero no en exceso.

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