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FLUJO VAGINAL

Incontinencia femenina

La incontinencia se refiere a la pérdida involuntaria de orina (incontinencia urinaria) o de heces (incontinencia fecal). En este artículo nos centraremos en la incontinencia urinaria, que es el tipo más frecuente.

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Existen dos clasificaciones principales: la incontinencia por esfuerzo y la incontinencia por urgencia.

Incontinencia por esfuerzo

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Esto puede ocurrir cuando se incrementa la presión en la vejiga debido a la tos, estornudos, risas, ejercicios, etc. Normalmente los músculos en el cuello de la vejiga forman un sello hermético para mantener la orina retenida. Si estos músculos están débiles o dañados, un repentino aumento de la presión puede causar que la orina salga hacia la uretra, que es la salida de la vejiga. Debido a que este canal es muy sensible, la entrada de orina en él puede provocar una contracción en la vejiga y eso a su vez hace que liberemos aún más orina.

La incontinencia de esfuerzo a menudo es causada por el daño en los ligamentos que soportan el cuello de la vejiga. Esto suele ocurrir después del parto y está particularmente asociado con bebés grandes, largos trabajos de parto y nacimientos que involucran el uso de instrumentos (fórceps). Los síntomas pueden no ser muy evidentes al principio, pero pueden empeorar después de la menopausia, ya que la falta de estrógenos hace que el tejido de soporte se debilite.

Otros factores que pueden contribuir a esta condición son la obesidad y enfermedades crónicas que inducen tos persistente, como bronquitis o la tos inducida por el tabaquismo.

Algunas mujeres pueden tener un colapso en sus ligamentos debido a la deficiencia de colágeno. El colágeno es una proteína que se encuentra particularmente en el tejido conectivo, y proporciona elasticidad a los ligamentos y tendones.

Diagnóstico de la incontinencia por esfuerzo
El diagnóstico de esta incontinencia se basa generalmente en el examen y la eliminación de causas subyacentes más graves, como la infección del tracto urinario. Antes de someterse a cualquier tratamiento es importante discutir los síntomas con el médico de cabecera.

Tratamiento de la incontinencia por esfuerzo

El tratamiento de la incontinencia por esfuerzo implica el fortalecimiento de los músculos que soportan el cuello de la vejiga. Los ejercicios del suelo pélvico son útiles para muchas mujeres y deben iniciarse desde edades tempranas. Es importante que se realicen correctamente, en caso de tener alguna duda o si los síntomas no están mejorando se recomienda buscar el asesoramiento de un fisioterapeuta.

Actualmente existen medicamentos disponibles que pueden conducir a una mejora del 50% o más en los síntomas de la incontinencia por esfuerzo. Funcionan aumentando el tono muscular en el cuello de la vejiga. Al igual que todos los medicamentos, pueden tener algunos efectos secundarios, por lo que el médico debe aconsejarle acerca de estos.

Muchas mujeres encontrarán alivio con las medidas anteriores, pero para aquellas que no tienen éxito hay varios procedimientos quirúrgicos menores que se pueden realizar. Si la perdona está siendo considerada para la cirugía, entonces su especialista probablemente recomendará una prueba especial llamada urodinámica, que implica el uso de catéteres de presión en la vejiga y el recto para medir los cambios que ocurren cuando la vejiga se está llenando y cuando se está vaciando.

La cirugía consiste en elevar o fortalecer el cuello de la vejiga para controlar la salida de la orina. Un procedimiento muy común es conocido como colposo-suspensión. Es exitoso en aproximadamente el 80% de las mujeres y parece causar una mejora a largo plazo. Sin embargo existe una nueva tendencia para resolver los casos de incontinecia por esfuerzo y consiste en la introducción de una cinta por debajo del cuello de la vejiga para proveer soporte.

Incontinencia por urgencia

La vejiga es un globo con paredes compuestas de fibras musculares. La parte muscular de la vejiga se denomina detrusor. Cuando la orina llena la cavidad, el músculo se estira y surge el deseo de vaciar. Una vez dispuestos a orinar, los músculos del cuello de la vejiga se relajan, el detrusor se contrae y la orina sale. Este movimiento suele estar sincronizado, sin embargo en algunas situaciones los músculos de la vejiga se vuelven irritables y se contraen en momentos inapropiados, causando un fuerte impulso de orinar y en consecuencia, la salida de la orina.

 Las infecciones de la vejiga pueden causar síntomas similares, por eso siempre es importante consultar a un médico para obtener el diagnóstico correcto.

Tratamiento de la incontinencia por urgencia

Los principales tratamientos para esta condición son el reentrenamiento de la vejiga y / o la medicación. El reentrenamiento de la vejiga generalmente se hace junto con los ejercicios del suelo pélvico en compañía de un fisioterapeuta o enfermera especialista. En cuanto a los medicamentos disponibles, estos actúan al amortiguar la irritabilidad del músculo de la vejiga. El médico de cabecera o especialista le aconsejará cuál es el más adecuado. Si los síntomas no mejoran, es posible que el paciente necesite más pruebas incluyendo la urodinámica o una cistoscopia.

La eficacia de la gestión y el tratamiento de la incontinencia urinaria se evalúa principalmente no sólo por la reducción de la pérdida de orina, sino también por las mejoras en la calidad de vida, el funcionamiento social y el retorno a un estilo de vida más normal.

Ideas generales sobre la incontinencia fecal

Esta es la pérdida involuntaria de heces, ya sea en estado líquido o sólido. Es una condición comprensiblemente embarazosa, pero es mucho más común de lo que la mayoría se imagina. Por lo general, resulta del daño a los músculos alrededor del ano (esfínteres) en el momento del parto. La situación suele ser notablemente mejorada con medidas sencillas como ejercicios del suelo pélvico y cambios en la dieta, pero siempre se debe buscar consejo especializado para excluir otras posibles causas. A veces la situación puede ser agravada por un prolapso, que necesita ser corregido quirúrgicamente. La reconstrucción quirúrgica de los músculos del esfínter es posible, pero cada paciente necesita una evaluación especializada.

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