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FLUJO VAGINAL

Infección vaginal bacteriana: 8 causas, 3 síntomas y más información crucial sobre el tema

La infección vaginal bacteriana, también conocida como vaginosis bacteriana, es una condición femenina muy común. Suele ser diagnosticada en aproximadamente el 62-65% de las pacientes con procesos inflamatorios en los órganos reproductivos, y en el 46% de las mujeres embarazadas. A pesar de ser un problema común, no se le debe restar importancia, ya que en algunos casos la vaginosis bacteriana puede conducir al desarrollo de patologías graves en el tracto reproductivo. 

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El origen de la infección vaginal bacteriana o vaginosis bacteriana

Como regla general, la infección está asociada con la actividad de las bacterias Gardnerella vaginalis, que están presentes en el 50-60% de las mujeres sanas. Cuando se produce un sobrecrecimiento de la Gardnerella, ocurren varios cambios en el medio vaginal, por ejemplo:

  • El nivel de pH vaginal es superior a 4,5.
  • Aumenta la cantidad de organismos anaerobios, como Bacteroides y Peptostreptococcus (bacterias malas).
  • Disminuye la población de bacterias beneficiosas, o lactobacterias (bacterias buenas).

Ante esta situación, las bacterias malas toman el control de la vagina, continúan proliferando de forma excesiva y se comienzan a producir los primeros signos de una infección bacteriana.

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La vaginosis bacteriana pertenece al grupo de las infecciones vaginales más comunes, acompañada por las infecciones por hongos y la tricomoniasis. Inicialmente sus síntomas son similares, pero sus causas y, especialmente sus tratamientos, son diferentes.

Es importante resaltar que muchas mujeres comienzan el autotratamiento ante la presencia de síntomas vaginales anormales, sin saber realmente qué tipo de infección tienen. Se dice que alrededor del 70% de las mujeres se auto-medica antes de visitar al médico o a un ginecólogo. Puede que al principio se muestren los mismos síntomas de una infección por levaduras, pero en realidad se deben a una infección bacteriana, por lo tanto el tratamiento anti-fúngico no será efectivo.  Ante la sospecha, lo mejor es buscar asesoramiento médico.

Infección vaginal bacteriana: los síntomas

En un gran por ciento de las mujeres, la infección progresa de forma asintomática; muchas de ellas descubren que tienen la vaginosis bacteriana en el examen ginecológico anual. Sin embargo otras mujeres sí experimentan síntomas molestos, por ejemplo:

  1. Flujo vaginal abundante de color turbio, blanco, amarillento o grisáceo homogéneo, con olor a pescado, que se intensifica al utilizar un jabón muy perfumado para el aseo íntimo y después de tener relaciones sexuales.
  2. Dolor o malestar al orinar.
  3. Picazón y ardor vaginal (no se presenta en todos los casos)

8 Causas comunes de la vaginosis bacteriana

  1. El uso excesivo de productos de higiene íntima: alteran el equilibrio del pH y la flora vaginal.
  2. El uso frecuente de antibióticos: afectan la población de bacterias protectoras en la vagina.
  3. Tener el sistema inmune deprimido: el organismo no es capaz de combatir el sobrecrecimiento de bacterias patógenas.
  4. El estrés: provoca alteraciones hormonales y debilita el sistema inmune.
  5. Los cambios en el equilibrio hormonal durante el embarazo.
  6. El uso a largo plazo de anticonceptivos intra-uterinos / hormonales.
  7. El cambio frecuente de pareja sexual: aunque no se considera una ETS, la vaginosis bacteriana es más frecuente en mujeres que mantienen relaciones sexuales con parejas diferentes, en un corto período de tiempo.
  8. El hábito de fumar: aumenta el riesgo de desarrollar infecciones bacterianas.

Aunque no es una condición frecuente, la disbacteriosis intestinal o disbiosis (trastorno microbiano que altera la calidad y cantidad de bacterias en la flora intestinal) también puede provocar la vaginosis bacteriana en algunas mujeres.

¿Por qué no debes automedicarte para una infección bacteriana / vaginosis bacteriana?

Las infecciones vaginales bacterianas se tratan con antibióticos, casi siempre metronidazol y clindamicina, sin embargo el uso inadecuado de estos medicamentos promueve la formación de bacterias más resistentes y la destrucción de tu protección bacteriana natural. De esa forma podrías estar creando un círculo vicioso de infección → antibióticos → desequilibrio → infección recurrente.

Una infección bacteriana que no se trata de manera correcta o que permanece activa durante mucho tiempo puede convertirse en una condición problemática, ya que las bacterias patógenas suben y logran infectar el útero y las trompas de Falopio fácilmente, causando la temida inflamación pélvica

Por otro lado, si una mujer desarrolla la vaginosis bacteriana durante el embarazo y no recibe un tratamiento adecuado, puede ser cada vez más susceptible a experimentar complicaciones, como el parto prematuro, el aborto involuntario, las infecciones después del parto, entre otras. 

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