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FLUJO VAGINAL

Moco cervical amarillo, 9 causas y tratamientos

Las mujeres son conscientes de la presencia del moco cervical, desde sus años de adolescencia hasta la edad de la menopausia. Este moco es producido por las glándulas de la vagina y por el cuello uterino, y es ligeramente ácido. Por su lado, los lactobacilos, las bacterias beneficiosas, prosperan en una vagina normal y ayudan a mantener un pH saludable. Descubre qué es el moco cervical amarillo, cuáles son sus causas y el tratamiento.

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Cambios en el moco cervical

El flujo vaginal puede variar el color, la cantidad, la consistencia y el olor, dependiendo de muchos factores. Uno de los principales son las hormonas, éstas pueden influir en las características de las secreciones cervicales a largo de todo el ciclo y dependiendo de las condiciones de la mujer. El flujo vaginal se puede definir como «normal” cuando el color se torna transparente, blanco, pudiendo llegar a ser ligeramente amarillo y cuando conserva un olor inofensivo. Las secreciones pueden mostrarse muy escasas y llegar a ser abundantes; y en la consistencia, pueden ir de un aspecto acuoso a espeso, elástico o líquido.

Un moco cervical amarillo, es normal cuando el blanco viene cambiando poco a poco hasta alcanzar un amarillo muy sutil, sin embargo, cuando este color amarillo es más pronunciado, y se acompaña de otros síntomas como ardor, piquiña o inflamación en la zona vaginal, entonces puede haber otra complicación. Estas son las posibles causas de un cambio no deseado en el flujo vaginal.

  1. El estrés
  2. Ciertos medicamentos o drogas, como antibióticos, vitaminas, esteroides, etc.
  3. Lactancia materna
  4. Lubricantes vaginales
  5. Sobrepeso
  6. Diabetes
  7. Infecciones de transmisión sexual
  8. Alteración de la flora vaginal
  9. Uso de ropa interior sintética

Tratamiento para un moco cervical amarillo

El tratamiento para regular el color del moco cervical, si no está relacionado con una infección por bacterias o por transmisión sexual, es muy sencillo. Sólo basta con adoptar unas medidas de higiene y control para que el ambiente vaginal pueda volver a su estado saludable.

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  • Relajar la mente y el cuerpo mediante ejercicios
  • No utilizar implementos como condones, toallas sanitarias o tampones con olor artificial
  • No permanecer muchas horas con un tampón o con una toalla, tratar de cambiarlo regularmente
  • Usar ropa interior de algodón
  • No realizar duchas vaginales, sólo las que indique el médico

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