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FLUJO VAGINAL

Moco cervical con sangre. 4 causas y soluciones

El moco cervical, también llamado flujo vaginal, juega un rol importante en la conservación de un estado óptimo del sistema reproductivo de una mujer en toda su vida fértil. Sirve de agente depurador de impurezas, equilibra el nivel de acidez y previene las infecciones, entre otras funciones.

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Las peculiaridades que presenta esta mucosidad, revelan el estado de salud. Características como la coloración, el olor y la cantidad, suele ser un indicativo certero de que existe una potencial perturbación. El caso en el que en esta oportunidad nos vamos a enfocar, es en el moco cervical con sangre, sus causas y soluciones.

Si estás evidenciado la presencia de moco cervical con sangre, es probable que sea debido a una de estas causas:

  1. Restos del período:

Con frecuencia las trazas de sangre en el moco cervical se deben al derramamiento de sangre vieja de tu ciclo menstrual anterior. Al terminar tu período, puede haber una pequeña cantidad de sangre atrapada en el cuello uterino; cuando comienza la ovulación, esta sangre se libera y se mezcla con tu moco cervical y provoca el manchado de sangre. Se trata de un proceso natural que no debe causar alarma; a los pocos días el moco cervical con sangre se desvanecerá por completo.

  1. Ovulación:

La salida del huevo de los ovarios, puede causar una pequeña ruptura en el folículo ovárico y dar lugar a la aparición de una pequeña cantidad de sangre. Esto es bastante común y no hay necesidad de preocuparse.

  1. Sangrado de implantación:

La implantación de un óvulo fecundado es una de las causas de la sangre en el moco cervical. Este sangrado se produce cuando se implanta el huevo en la pared del útero y tendrá una duración de hasta 2 días.

  1. Trauma de cuello uterino

El moco cervical con sangre puede ser provocado por un traumatismo, frecuentemente asociado a una relación sexual enérgica; mientras que el moco cervical no presente cambios significativos en su coloración, olor u otros síntomas como ardor o picor, no hay razón para preocuparse; por lo general es un sangrado ligero que no durará más de un par de días.

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