Saltar al contenido
FLUJO VAGINAL

El flujo vaginal en las mujeres adultas…más allá de lo básico

El flujo vaginal es un problema común entre las mujeres; es una de las causas principales por las que acuden a la consulta médica/ginecológica. Como ya hemos mencionado en otros artículos, tener cierta cantidad de flujo vaginal es normal, a menos que se presente con picazón, ardor u otros síntomas y características molestas. En ese caso se recomienda hacer un examen para determinar la causa, ya que diferentes infecciones pueden presentar síntomas similares. (Ver: ¿Cómo saber si el flujo vaginal es normal?)

PUBLICIDAD

En este artículo repasaremos los signos del flujo vaginal normal y anormal, incluyendo las causas más comunes de la descarga vaginal anormal.

Anatomía femenina

PUBLICIDAD

Para comprender mejor este tema es importante tener un conocimiento básico de cómo está dispuesta la anatomía reproductiva femenina. El flujo vaginal generalmente no es visible hasta que sale de la vagina, la cual constituye un canal de paso entre el útero y el exterior del cuerpo. En el extremo superior de la vagina está el cuello del útero, mientras que el extremo inferior conduce a la vulva y los labios. La vulva se refiere a la piel y demás estructuras que se encuentran alrededor de la abertura vaginal. (Te puede interesar: Anatomía vaginal interna; Anatomía vaginal externa)

¿Mi flujo vaginal es normal?

image32

El flujo vaginal es producido por las células de la piel de la vagina y el cuello uterino bajo la influencia de la hormona femenina estrógeno. Por ejemplo, las mujeres que tienen menopausia normalmente presentan una secreción vaginal mínima como resultado de los niveles más bajos de estrógeno. Entre las mujeres premenopáusicas es normal que se tenga aproximadamente la mitad de una cucharadita (2 a 5 ml) de flujo vaginal blanco o claro, grueso, con apariencia de moco, y en su mayoría sin olor. Sin embargo la cantidad y la consistencia del flujo varían de una mujer a otra.

La cantidad también puede variar en diferentes momentos durante el ciclo menstrual. Puede llegar a ser más evidente en ciertos momentos y circunstancias, como el embarazo, con el uso de píldoras anticonceptivas / parche / anillo vaginal, durante la ovulación y en la semana antes del período menstrual.

Normalmente el flujo vaginal contiene células de la piel, bacterias, moco y líquidos producidos por la vagina y el cuello uterino. Una descarga normal a menudo puede tener un ligero olor y puede llegar a causar alguna irritación leve en la vulva. El flujo vaginal normal es muy importante porque ayuda a proteger el tracto vaginal y urinario contra las infecciones; además proporciona lubricación a los tejidos vaginales.

Cuándo se debe buscar ayuda por el flujo vaginal

Hasta aquí hemos dicho que el flujo vaginal es común y normal, sin embargo cuando también existen los siguientes signos y síntomas, ya no se considera normal y debe ser evaluado por un profesional de la salud:

Causas frecuentes del flujo vaginal anormal

Las causas más comunes del flujo vaginal anormal incluyen:

  • Una infección vaginal (por levaduras, trichomonas o una infección bacteriana)
  • La reacción del cuerpo a un objeto extraño como un tampón o condón olvidado, así como a espermicidas o jabones.
  • Los cambios que se producen después de la menopausia pueden causar sequedad vaginal, especialmente durante las relaciones sexuales, así como una secreción vaginal acuosa entre otros síntomas.

¿Necesito ser examinada? Generalmente es imposible saber si el flujo vaginal es normal o no sin un examen. El examen físico es la forma más exacta para determinar la causa del flujo vaginal anormal. No se recomienda iniciar un tratamiento en casa antes de ser examinada, porque el auto-tratamiento puede entorpecer el diagnóstico preciso.

Antes del examen el médico puede hacer preguntas, tales como:

  • ¿Tiene dolor en la espalda, el abdomen o la pelvis?
  • ¿Tiene una nueva pareja sexual?
  • ¿Cuándo fue su último período menstrual?
  • ¿Toma algún medicamento?
  • ¿Ha usado recientemente compresas, tampones, duchas vaginales, productos de higiene femenina o lubricantes?

Durante el examen físico el médico examinará toda el área genital externa y llevará a cabo un examen interno. Tomará una muestra de la secreción vaginal para enviarla al laboratorio y detectar la causa exacta de la infección. En ocasiones es útil medir el pH o la acidez de esas secreciones, ya que la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis hacen que el pH sea mayor de lo normal.

Tratamiento: en algunos casos, es posible hacer un diagnóstico y comenzar el tratamiento inmediatamente, basándose en el examen. En otros casos el médico puede recomendar retrasar el tratamiento hasta que los resultados de las pruebas estén disponibles.

Las parejas sexuales de las mujeres con una infección de transmisión sexual, como la clamidia, la gonorrea o trichomoniasis, necesitan evaluación y tratamiento. Para otras infecciones, como la infección por levaduras o la vaginosis bacteriana, la pareja sexual no necesariamente tiene que hacer el tratamiento. Si se indica un tratamiento, se debe evitar tener relaciones sexuales hasta que el mismo se haya completado.

¿Puedo tratarme yo misma? Muchas mujeres prefieren evitar la visita al médico, sin embargo el auto-tratamiento puede retrasar la obtención del diagnóstico correcto, o incluso provocar el empeoramiento de los síntomas. Antes de seguir cualquier tratamiento se debe buscar asesoramiento médico. En particular, no se deben aplicarduchas vaginales para deshacerse del flujo, ya que las duchas vaginales pueden hacer que empeore si la causa es una infección. (Ver: Duchas vaginales: ¿útil o perjudicial?)

A las mujeres que desarrollan infecciones bacterianas o por levaduras frecuentemente, se les recomienda utilizar un tratamiento preventivo.

Higiene

El flujo vaginal anormal puede desarrollarse con más frecuencia en mujeres que practican ciertos hábitos, por ejemplo, las que utilizan:

  • Duchas vaginales
  • Pantimedias diariamente
  • Sprays, enjuagues u otros productos de «higiene femenina»
  • Baños de espuma y otros productos muy perfumados
  • Ropa interior sintética o prendas muy ajustadas

Las prácticas higiénicas más saludables incluyen:

  • Utilizar agua o jabones suaves para lavarse los genitales, con agua tibia (no caliente).
  • No usar duchas vaginales ni productos de higiene femenina muy perfumados. Si el olor o el flujo vaginal es molesto, consulte a un profesional de la salud.
  • Usar ropa interior de algodón, evitar las tangas y ropa interior de lycra.
  • Enjuagarse los genitales con agua o secarse con papel simple después de ir al baño. Evitar el uso de toallitas húmedas o papel higiénico perfumado

Artículos de interés: 10 maneras de prevenir las infecciones por hongos;  Tu pH vaginal en equilibrio;  La higiene como una vía de prevención

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD